• Cuando tenía tres años quería ser cocinero, a los seis quise ser Napoleón y desde aquel entonces mi ambición ha aumentado continuamente.
• Algún día se tendrá que admitir oficialmente que lo que hemos bautizado como «realidad» es una ilusión mayor que el mundo de los sueños.
• Cuando yo pinto se desata el océano, mientras que los otros chapotean en la bañera.
• Una imagen ambigua puede extenderse y continuar la avanzada paranoica hasta que la presencia de otra idea sea lo suficientemente fuerte como para hacer aparecer una tercera imagen y así hasta el infinito. El número de imágenes está limitado únicamente por la capacidad paranoica del intelecto.
• Mi obra debe tener algo que ver con África puesto que, aun sin haber estado nunca allí, soy capaz de recordar infinidad de detalles.
• La pintura es una minúscula parte de mi genialidad.
• La única diferencia entre un loco y yo, es que yo no lo estoy.
• La politización es el mayor error que puede cometer un • artista. Nadie sabe si la Venus de Milo era comunista o fascista.
• Las puntas de mis bigotes son antenas de radar con cuya ayuda adivino por el día todo lo que se piensa y pasa a mi alrededor.
• El deseo de sobrevivir y el miedo, a la muerte son senti- • mientas artísticos.
• Siempre me encuentro frente a esta constante interrogación: ignoro cuándo empiezo a simular o cuándo digo la verdad.
• Al nacer puse mis pies sobre las huellas de un difunto al que adoraban y al que, a través de mí, siguieron queriendo más aún. Este exceso de amor fue una herida narcisista que me infligió mi padre desde el día de mi nacimiento, que yo ya presentía desde el seno de mi madre. Gracias a la paranoia, o sea a la exaltación orgullosa de mi ego, he logrado, salvarme de la anulación que me causa la duda sistemática' de mi personalidad.
• Aprendí a vivir llevando en mi interior, '. junto con el amor a mí mismo, el vacío de un amor que no me daban.
• De esta manera vencí a la' muerte :por primera vez y medí .'.. mi orgullo y mi narcisismo.
• Mis padres me bautizaron con el nombre de Salvador, y como indica este nombre, estoy destinado a salvar a la pintura de la necedad del arte moderno, y debo efectuarlo en: una época de catástrofes, en medio de este Universo mecánico y mediocre en el que padecemos la angustia y disfrutamos el goce de vivir
• España es el país de peor gusto del mundo. Es el reino., del kitsch, que representa todo lo de peor gusto que sea dable imaginar, España puede dar hombres como Gaudí o Picasso, o de hacer una cosa tan horrible como este plato de una manufactura levantina que, de tan espantoso como es, incluso resulta bueno. Por eso opino que el mal gusto es sumamente creativo.
• Veo claramente que mis amigos, mis enemigos, y el público en general fingen no entender el significado de las imágenes que ven en mis cuadros. ¿Cómo quieren comprenderlas si yo mismo, que las pinto, no las comprendo? El hecho de que en el momento de pintar no entienda su significado, lo torna tan profundo, complejo, coherente, e involuntario, que escapa al simple análisis de la intuición lógica.
• El arte abstracto ha muerto. Lo dije tiempo ha, y añadí que le,siguiría el arte superfigurativo. Así, surgió el arte pop, que se logra a base de copiar de unas fotografías.
• A la fotografía le queda un papel muy importante: servir a los pintores que copiamos de fotos, y aseguro que esto que es lo que hacen hoy día los hiperrealistas yo lo he hecho siempre.
• El secreto más secretísimo de todos es que el pintor más famoso del mundo, que soy yo, aún no sabe pintar. ¡Ah, si yo no tuviese miedo a pintar...!